Quiz. Que tipo de mamá eres y por qué saberlo es importante

Comparto estas preguntas que pueden ayudarte a conocerte más como mamá.

¿Lista? Toma lápiz y papel y anota tus opciones de respuestas:

¿Cómo afrontas cada una de estas situaciones?

– Ante una rabieta:

A.- Respiro profundo y cuento hasta 10

B.- Acompaño a mis pequeños en su emoción

C.- No soporto la mirada de los demás y soy muy estricta en los límites que pongo

 – Cuando salimos y se antojan de todo:

A.- Con paciencia les explico que en este momento no será posible. También, si está en mis posibilidades, les dejo saber que puedo comprar una cosa pequeña, pero no más de eso y entonces llegamos a un acuerdo.

B.- Soy tajante y digo que no sin mayores explicaciones.

C.- ¡Lo compro! La vida es hoy y mis hijos merecen todo

 – Cuando tienen un resfriado

A.-  Me desvelo y mido la temperatura de mi bebé cada 10 minutos

B.- Duermo con mis hijos y los consiento

C.- Les doy medicina y les transmito confianza

 – Cuando vamos al parque

A.- Estoy siempre detrás de ellos para evitar que se caigan o se lastimen

B.- Les dejo jugar solos y si me lo piden juego con ellos

C.- Juego con ellos aún cuando no me lo pidan

 – En casa

A.- Invento actividades para jugar en familia

B.- Los involucro en las actividades domésticas

C.- Me encargo de todo yo sola mientras los niños están con papá

RESULTADOS

¡No importa cuántas A, B o C obtuviste, seguro estás de acuerdo conmigo en que ser mamá es lo mejor que te ha pasado en la vida!

Al final ser mamá es una aventura única e incomparable, así que seguramente desde tu rol de mamá eres todo esto y mucho más:  

La mamá con su mejor versión: eres el tipo de mamá que hace lo que puede hacer con los recursos con los que cuenta. Trabajas siempre en ti para ser una mejor mamá y en todo lo que haces para tus hijos prevalece el amor. Tratas de entender el punto de vista de tus hijos poniendo en práctica una escucha activa y legitimando sus emociones.

Mamá que ama en cada instante: tu forma de criar a tus hijos es desde el amor que sientes por ellos, haces lo que tu intuición te dice, a veces aciertas y a veces todo se vuelve un caos, pero estás consciente de que la vida es así y eres capaz de adaptarte. Tratas de mantener tu propia paz porque sabes que solo así puedes mantener la armonía en casa. Aunque de vez en cuando puedes perder tu regulación emocional sabes que incluso eso está bien, es normal y lo único que tienes que hacer en ese caso es volver a tu paz. Amas en cada momento y desde ese amor entregas lo mejor de ti.

Mamá imperfecta: la que se equivoca, lo reconoce y pide disculpas. Sabes que la imperfección es parte de la vida, es parte del encanto de la humanidad y con esa mirada estás convencida de que dejas una gran lección en tus hijos: les muestras lo valioso que es vivir con valores humanos y trascendentales.

Mamá aprendiz: eres de esas mamás reflexivas que ven en cada experiencia una oportunidad de aprendizaje. Eres amable contigo misma pero eso no impide que veas tus oportunidades de mejora y hagas tu mejor esfuerzo para que, la siguiente vez, las cosas puedan salir un poco mejor.